Asombrado me tenéis.

Discusiones sobre la Administración de Justicia, los Secretarios Judiciales, etc.

Moderadores: Terminatrix, Top Secre

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Asombrado me tenéis.

#1 Mensaje por Administrador »

Evacuol:

Le he echado un vistazo a este foro y noto un ambiente que se podría cortar, espeso, densísimo... Menos mal que la historia no va conmigo; o sí... Bueno, a lo que iba: no soy secretario, pero puedo decir que alguno que tuvo la suerte o desgracia de tenerme por su subordinado cuenta entre los mejores profesionales que conocí a lo largo de mi historia laboral. Su función era clara: supervisar la redacción de resoluciones, llevar las cuentas, controlar, asesorar, en fin, lo que se espera de un jefe de oficina judicial. Pero ahora viene lo malo: era una excepción. Sin dudar de la utilidad real de los secretarios (a pesar de que ustedes mismos parecen dudar, pues están a la defensiva, intentando justificarse a toda costa), son minoritarios los que hacen gala de las atribuciones y responsabilidades que la ley les otorga. Objetivamente, la mayoría son como esas estrellas del Pop que cuando llegan a un hotel piden 500 toallas y un yacuzi (no sé cómo se escribe) con Kas de naranja, nada más que para llamar la atención; del mismo modo, muchos secretarios, incapaces de llevar a cabo la enorme tarea que por ley deberían realizar, se esmeran en hacerse un rol de jefe caprichoso (control riguroso de horario, exquisiteces con la presentación de expedientes, pintorescas exigencias para trámites concretos, horario de atención o firma muy tasado...) que hace difícil la tarea con el funcionario. Es frecuente que dificulten trámites superficiales mientras los funcionarios (con sus limitaciones, claro está, pero también con sus ridículos sueldos que no pagan la cualificación real que el trabajo en los juzgados exige) se las arreglan solitos en las cuestiones de fondo, preguntando o consultando a sus compañeros más expertos. La mayoría de los secretarios, seamos claros, no se matan, pero curiosamente cobran como si lo hiciesen. Así como los hay magníficos, la mayor parte se esconden en lo procesal bajo el ala del juez y frente a las tonterías de oficina sacan pecho y asustan a los funcionarios (a los que se dejan, que son muchos). La realidad, la jodida realidad, es que los funcionarios cobran infinitamente menos que ellos y hacen el 99 % del trabajo (no conozco, tras un dilatado muestreo, por ejemplo, secretarios que redacten).
Pero ahora llega la venganza de la "chusma proletaria". Ahora, tras una decantación natural, se les va a reconocer a los oficiales (yo no lo soy), sus legítimos méritos: ellos redactan, tramitan, están atentos a las pruebas y a los plazos. ¿Por qué no pueden ser gestores procesales si los secretarios dejaron que se mermasen sus atribuciones por desidia y pereza mental? Ahora, los privilegiados secres están de uñas. Hablan de guerras (es increíble, ¡qué términos emplean!) de venganzas, de morir en la batalla... ¿Están bien de la cabeza? No se trata nada más que de justicia natural: el que más hace, el que más merece, debe disponer de más reconocimiento y responsabilidad. Esto va a ser una Toma de la Bastilla incruenta; los aristócratas languidecerán lentamente frente al natural y poderoso impulso de los desharrapados que venían comiéndose los marrones procesales desde el principio de los tiempos.
D.E.P la Serenísima Casta Secretarial.

Y lo digo "sin acritú"

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#2 Mensaje por Administrador »

CARLOS VALIÑA


El problema de tu analisis, como otros que se dejan ver aqui de cuando en cuando, es que te falla una premisa fundamental: como es natural no conoces los antecedentes del Cuerpo de Secretarios, ni tampoco los de los funcionarios, y esto te priva de una perspectiva fundamental para entender las cosas.
De otra parte ten en cuenta que asi como nosotros tenemos frecuente costumbre de oir y debatir con Funcionarios su vision de las cosas, pero no es frecuente que los Funcionarios conozcan nuestra vision de las cosas, y ten en cuenta que siendo este fenomeno mucho mas complejo de lo que a primera vista parece no es facil hacerse un juicio de valor coherente despues de una lectura consecutiva de un buen numero de intervenciones de Secretarios que ademas sostienen posiciones distintas.
Hay ademas otro factor que te expongo con todos los respetos, estamos ante un tema de por si muy complejo, y todo lo que es complejo es dificil de captar. Dicho en otros terminos todos creemos que en un partido hay que quitar a un defensa y meter a un delantero, pero normalmente el entrenador acierta mas que nosotros porque de esto sabe.

Tu tesis despojada de adittamentos y juicios de valor del estilo de los que acabo de hacer yo mismo, se reduce a lo siguiente: Los Secretarios son utiles y tienen muchas funciones pero como en su inmensa mayoria no las han querido hacer, pues se las van a dar a los que realmente las hacen y ahora los Secretarios se rasgan las vestiduras ante de ser suplantados en esos puestos por los que realmente hacian el trabajo.
Hay una parte de verdad en ello, pero las verdades a medias muchas veces confunden mas que ilustran.
Si nos remontamos al ultimo tercio del siglo XIX tenemos unos juzgados donde jueces y promotores fiscales, asi como secretarios cobraban por Arancel. Rapidamente se sustituyo el sistema del arancel en el caso de los Jueces. Sin embargo el sistema del Arancel cobro fuerza en el caso de los Secretarios e incluso en el de los Oficiales de Sala del TS que llegaron a tener su propio Arancel. El sistema hasta donde yo se era parecido al de una notaria, y con el producto del Arancel se retribuia al personal. En ese momento es evidente que el Secretario se comportaba como un Notario y las Secretarias funcionaban a pleno rendimiento. El Secretario ocupaba un papel central en dichas Secretarias y era el mejor especialista en el tramite. Los Funcionaris tenian una preparacion teorica muy importante, y como la litigiosidad era moderada los asuntos se miraban con detenimiento y las resoluciones tenian mucha calidad. Esto es, el nivel medio de los equipos (Juez+Secretario+Funcionarios) era muy alto. En esta fase se respetaban en buena medida todas las previsiones de las viejas leyes de enjuciamiento.
Sin embargo cuando el pais sale de las posguerra y empieza a incrementarse la actividad economica, la litigiosidad sufre varios saltos exponenciales que no se ven acompañados de un correlativo incremento de organos judiciales. Esto supone un subito desbordamiento de las posibilidades de los juzgados y de quienes ellos trabajan. Quedan algunos organos que trabajan por la tarde voluntariamente, los mas preparados se reunen en juzgados que aun resisten a base de un rendmiento bestial, mientras que otros cansados de años de lucha sin reconocimiento se van retirando a destinos mejores.
Coetanemente se va erosionando el sentido del servicio y de respeto de lo publico que habia caracterizado buena parte de los cien años anteriores, y que muchas veces fue lo que mantuvo en pie muchas cosas, proceso que se acelera ante el desbordamiento y la incomprension de los gestores de la justicia.
Esto obliga a realinear todas las piezas.
El Juez y el Secretario pasan a ocupar un lugar secundario en el organo, en relacion con el personal en cuanto al volumen de trabajo efectivo desarrollado. El juez ya no puede
seguir, porque es humanamente imposible, la instruccion de los procedimientos, pasandose de una instruccion dirigida, a una instruccion mecanica que pesa sobre los hombros de los Funcionarios. El Secretario asiste a un progresivo incremento de tareas gerenciales de toda indole cuentas, estadisticas, vistas, firma, salidas, burocracia, costas, intereses, (en el año 1963 el distrito dos de las palmas tenia cuatro ingresos en la cuenta, en 1998 cuando me fui tenia como prim. inst. 8 del orden de 1400) que recortan en buena medida sus posibilidades de control real del juzgado especialmente en lo civil. Al fin y al cabo el incremento de litigiosidad en el organo, produce un crecimiento del trabajo del juez y el Secretario en todos los ordenes (mas vistas, mas firma, mas papel que mirar, mas piezas de convccion que guardar y asi ad infinitum).
La desaparicion del Arancel ademas, como sistema retributivo del Secretario, unida al hecho de que de los dos Funcionarios desplazados Juez y Secretario, el Secretario comienza a sufrir un peor trato que el JUez en todos los ordenes, lo que se agrava a partir de la Constitucion, coloca al Secretario en una posicion muy incomoda.
Queda desplazado del centro del Juzgado a la retaguardia de la segunda division (cuando los funcionarios hicieron huelga en las Palmas, lo unico que se hizo con una maquina de escribir en un edificio de cuatro plantas fueron mis subastas) queda preterido frente al Juez, y encima continua con unas leyes decimononicas inaplicables. La funcion de fe publica, inaplicable con las leyes decimonicas queda devaluada y no se reconoce ni protege por el estado ni se retribuye la carrera.
Como resultado de toda esa dinamica, el espectador que ve el ultimo fotograma de la pelicula, encuentra unos juzgados donde los funcionarios llevan el peso del mismo, porque al fin y al cabo son siete, ocho o nueve frente a dos, un juez que hace lo que la sociedad valora, las sentencias, y un secretarios cuyas funciones no se valoran ni se pagan, que si hace de funcionario parece lo hacen los funcionarios, si hace de juez parece lo hace el juez, y si hace de Secretario parece que hace de administrativo de tercera fila y al que se obliga ademas a ejercer de Secretario cada vez mas.
¿Es sorprendente que muchos Secretarios empobrecidos juridicamente en esa situacion, olvidados por el estado y minusvalorados por publico y profesionales, bajen la guardia y se nieguen a dejarse la piel para sacar a flote un barco donde no les dan una oportunidad? Yo creo que no.

Como ocurre tantas otras veces los hechos tiran de las normas y se va imponiendo la idea de que es necesario dar a cada uno lo suyo. Nosotros estamos de acuerdo con eso. Si los Funcionarios estan haciendo trabajo de juez, porque este no puede hacerlo, es justo y razonable que se lo den, se lo reconozcan y se lo paguen. Ahora bien para eso no se necesita un Gestor. Un buen Oficial lo hace de sobra.
Nosotros estamos de acuerdo en que se debe aliviar al Juez de su carga de trabajo inasumible, para que pueda desarrollar una tarea de calidad.
Todo esto es obvio pero hay que decirlo.
Entonces ¿porque nuestra queja?
Es una cosa muy simple: Nosotros percibimos que se nos retiran o recortan algunas de nuestras funciones tradicionales, para entregarlas a los Cuerpos de Funcionarios. Esto es razonable porque nosotros no podiamos levantarlas.
Pero tambien advertimos que no se nos da nada sustancioso y real a cambio. Solo migajas, y en muchos casos promesas de migajas y ademas funciones auxiliares.
A pesar de que el juez no puede estudiar los asuntos con la profundidad conveniente dada la acumulacion de asuntos existentes, la reforma no establece que la tarta jurisdiccional se comparta con los Secretarios.
Lo unico que hace es retirar algunas funciones que hoy hacian los auxiliares y prometer que en las futuras leyes se nos atribuiran directamente. Esta atribucion tiene varias pegas:
-La primera que se trata de funciones en su mayoria de segunda fila, con la excepcion quiza de parte de la ejecucion.
-La segunda que tal atribucion se defiere a lo que decidan las leyes procesales, esto es, se trata de promesas.
-La tercera que en realidad no se nos descarga de funciones administrativas y de pura gestion, lo que hara imposible en buena medida asumir esa tarea como propia.
-La cuarta que sin que venga a cuento ni sea necesario se nos jerarquiza y ademas se acuerda que los nuevos jerarcas puedan incidir en la forma de llevar a efecto dicha tramitaicion.
-La quinta y fundamental, que expresamente se niega caracter de jurisdiccional a esas resoluciones que supuestamente se nos van a dar, esto es, que se nos dan como administrativas y por tanto se deja abierta de par en par la puerta a la transferencia, que supongo habras advertido, por probarlo en carne propia, hasta que punto son un paso atras.

En definitiva, nosotros no estamos contra vosotros sino contra la reforma, nos parece bien que os reconozcan lo que haceis, y queremos que a nosotros se nos reconozca lo que podriamos hacer. La reforma sin embargo os reconoce en parte las funciones y no os las paga en lo que valen, y a nosotros no nos reconoce funciones juridicas a la altura de nuestra capacidad y nos da una subida testimonial en la media nacional que no recupera el poder adquisitivo perdido.
Eso si a ambos nos ponen un regimen disciplinario que por una falta grave puede suponer una responsabilidad de hasta tres años de suspension de empleo y sueldo o un año de traslado forzoso, y si la falta es muy grave la suspension es de seis años y el traslado de tres, o separacion del Servicio.
Aqui pierden Kingston, pumuki, Cov y yo. Nos enzarzamos en discutir cosas en las que estamos de acuerdo por no conocer a fondo las posiciones del contrario.
Discutimos si somos galgos o podencos.
Perdemos todos.
Un saludo.

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