Y la verdad es que es una pena, pero este verano las cosas han cambiado, al menos un poco. Decidí darle una oportunidad a la novela volviendo a una serie que, en su momento, me gustó mucho, -la de Patrick O'Brian- y efectivamente he vuelto a disfrutarlas
Tan es así que las dos novelas que me llevé a Alemania para dos semanas las fundí en la primera 
y me tuve que ir allí a una librería a por mas. Y por casualidad ví entre los libros en idiomas extranjeros uno al que le tenía ganas hace tiempo: Moby Dick. Sí, todos conocemos la historia y seguro que hemos visto alguna de las películas que se han rodado sobre ella, pero yo hablo del libro en su idioma original, en inglés. Ya me habían dicho que Herman Melville tiene unas de las prosas mas bellas que existen en ese idioma, y he de reconocer que estoy disfrutando el libro como un enano. Me cuesta bastante de leer, porque es un inglés antiguo del SXIX y muy descriptivo, heredero del realismo literario de Dickens, pero es una delicia. Algo así como leer el Quijote, salvando las distancias temporales (Cervantes era contemporáneo de Shakespeare, pero el español ha cambiado mucho menos que el inglés desde entonces), en la que el estilo es algo tan delicioso como el propio contenido. En fin, que ha sido un verano muy positivo en general, y muy satisfactorio en lo particular por haber recuperado uno de esos pequeños placeres que a la postre son los que hacen la vida mas llevadera. No es que me vea devorando novelas de Corín Tellado o Agatha Christie pronto, porque no son géneros que me vayan demasiado
, pero dentro de lo que me gusta he recuperado algo que me faltaba. Que dure ... 
