"En el último número de Actualidad Jurídica Aranzadi (nº 642), se publica un comentario de F. Javier Sánchez-Pego, magistrado del Tribunal Supremo, sobre la reforma de la L.O.P.J. del pasado mes de diciembre.
El artículo no tiene desperdicio. Refleja lo que hemos adivinado en los últimos meses: la presencia de voces importantes que arremeten contra la reforma judicial y que claman por una contrarreforma. Se habla expresamente de la necesidad de derogar la ley y además se atribuye a ella no sólo la superación o la muerte del principio de división de poderes, sino un cataclismo aún mayor, la eliminación del Poder Judicial, que recibió este nombre –dice el autor- en la Ley Orgánica de 1870 y “cuyos principios se mantuvieron en la Constitución de 1978 y en la Ley Orgánica de 1985. Hasta ahora”.
En el artículo se critica la atribución de facultades al Secretario de Gobierno, de quien se dice que por estar facultado para solicitar reuniones de la Sala puede, de hecho, dar órdenes al Presidente, “lo que constituye un evidente disparate”. Tiene por improcedente que se atribuya a los titulares del poder judicial sólo la decisión de los juicios y pleitos y se encomiende la tramitación a órganos dependientes del Poder Ejecutivo y sometidos jerárquicamente al mismo. Y se critica además el apartamiento de los órganos de gobierno del Poder Judicial de las funciones de dirección y organización de las oficinas judiciales, lo que se interpreta como un modelo que atenta contra los principios que la Constitución predica del Poder judicial. Y hace, en este sentido, una particular interpretación de la doctrina constitucional, en particular de la sentencia 56/1990, para afirmar que se dictó en enjuiciamiento de la ley de 1985 y en otra clave interpretativa, desconociéndose la distinción -hoy un lugar común- entre Poder Judicial y administración de la Administración de Justicia.
El artículo, como veis, no es de los que pueden llenar de satisfacción a los que participamos en este Foro de Secretarios. Y, sin embargo, debo confesar que a mí me ha producido cierto alborozo y que mi pequeño corazón de Secretario rebosa de felicidad. Los Secretarios, siempre preteridos, olvidados, malinterpretados e ignorados, pasamos a ser un hueso duro de roer, un enemigo a batir. Somos, en esa reforma que cambia el Libro que nos regula, causa de crisis del Poder Judicial; incluso de su muerte, nos sugiere el autor. De no ser apenas nada pasamos a ser piedra de escándalo. Y si tenía algunas dudas sobre las bondades de la reforma de la Ley Orgánica, los comentarios de este autor las suprimen de un plumazo.
Yo creo que todo esto es exagerado y que no puede afirmarse, sin rubor, que es indispensable y urgente la derogación de la reforma orgánica “y propugnar el restablecimiento de la constitucionalidad en lo que se refiere a un Poder Judicial en riesgo de desaparición”. Como tampoco puede admitirse que “el CGPJ… ha aceptado con pasividad, y parece que hasta con complacencia, el expolio de sus poderes”.
Creo que ese empeño en mantener en la carrera judicial la dirección, o la superior dirección, como ha sido tradicional, sería coherente si se ejerciera de verdad. A la vista, tal como están hoy los tribunales, es obvio que esta dirección no funciona o que los tiempos han cambiado. Y me sorprende además que una ampliación de las funciones de los Secretarios atente contra las notas que definen el Poder Judicial y no lo hayan hecho, sin embargo, otras actuaciones legislativas: por ejemplo, la atribución en su momento de mayores funciones a los notarios en la jurisdicción voluntaria; o las amplias facultades de la administración penitenciaria en la ejecución de las penas privativas de libertad, que pueden provocar, como sucede con relativa frecuencia, que se desvirtúen los pronunciamientos de condena. "
NADIE ESTÁ CONTENTO ¿POR QUÉ SERÁ?
Cabreo en las alturas
Moderadores: Terminatrix, Top Secre
Hace ya mucho tiempo me felicité por la reforma. A nadie en este foro le gustaba y, sin embargo, salta tan a la vista que hemos mejorado que no entiendo el empecinamiento de algunos en volver al sometimiento judicial que nos ataba. Lo dije un día y lo repito: Hay que convertir este foro en un intrumento de defensa de la reforma que se hizo, no vaya a ser que por tontos nos la cambien y volvamos a lo de antes, es decir a a quello de ""sin perjucicio de su mejor cirterio señoría.."