EL SEXO EN EL CEREBRO

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Lector Veraniego

EL SEXO EN EL CEREBRO

#1 Mensaje por Lector Veraniego »

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No, no es una peli porno, ni un relato erótico. Es un libro –que termino de leer, y que recomiendo para las vacances- firmado por una especialista en genética y un periodista de la BBC: Anne Moir y David Jessel. Lleva por subtítulo “la verdadera diferencia entre hombres y mujeres”. Proponen algo políticamente incorrecto en la España actual tan proclive a la igualdad en letras mayúsculas, pues ellos exponen que de la misma manera que entre el macho y la hembra de la especie humana existen diferencias físicas exteriores manifiestas, también los cerebros son distintos: “Ninguno de los dos sexos es superior al otro, pero no son intercambiables, cada uno de ellos es de una manera propia y sirve para una especialidad en la que supera al sexo contrario”. Creo que su lectura es obligada para conocernos mejor, y de alguna manera intentar superar la guerra de sexos que campa a sus anchas y que propugna la igualdad feminizando al hombre o machificando a la mujer. Pongámonos en la hipótesis del libro: Si no somos iguales por qué se nos exigen comportamientos iguales.

Desde Rusia sin jamón

Jung

#2 Mensaje por Desde Rusia sin jamón »

Está ahora muy de moda marcar las diferencias de ambos cerebros, pero en realidad, como decía Jung, hasta en el hombre más masculino existe lo que llamaba él anima o feminidad y al reves, hasta en la mujer más femenina hay animus o masculinidad. Recientes estudios sobre las hormonas avalan a Jung. En los hombres hay estrógenos cuya cantidad va aumentando con los años y en las mujeres hay testosterona que idem con el tiempo aumenta. Es el predominio de una hormona sobre otra lo que determina el sexo del feto.

Anima y animus

Una parte de la persona es el papel masculino o femenino que debemos interpretar. Para la mayoría de los teóricos, este papel está determinado por el género físico. Pero, al igual que Freud, Adler y otros, Jung pensaba que en realidad todos nosotros somos bisexuales por naturaleza. Cundo empezamos nuestra vida como fetos, poseemos órganos sexuales indiferenciados y es solo gradualmente, bajo la influencia hormonal, cuando nos volvemos machos y hembras. De la misma manera, cuando empezamos nuestra vida social como infantes, no somos masculinos o femeninos en el sentido social. Casi de inmediato (tan pronto como nos pongan esas botitas azules o rosas), nos desarrollamos bajo la influencia social, la cual gradualmente nos convierte en hombres y mujeres.

En todas las culturas, las expectativas que recaen sobre los hombres y las mujeres difieren. Estas están basadas casi en su totalidad sobre nuestros diferentes papeles en la reproducción y en otros detalles que son casi exclusivamente tradicionales. En nuestra sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes de estas expectativas tradicionales. Todavía esperamos que las mujeres sean más calurosas y menos agresivas; que los hombres sean fuertes y que ignoren los aspectos emocionales de la vida. Pero Jung creía que estas expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de nuestro potencial.

El anima es el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres y el animus es el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer. Unidos se les conoce como syzygy. El anima puede estar representada (personificada) como una joven chica, muy espontánea e intuitiva, o como una bruja, o como la madre tierra. Usualmente se asocia con una emocionalidad profunda y con la fuerza de la vida misma. El animus puede personificarse como un viejo sabio, un guerrero, o usualmente como un grupo de hombres, y tiende a ser lógico, muchas veces racionalista e incluso argumentativo.

El anima y el animus son los arquetipos a través de los cuales nos comunicamos con el inconsciente colectivo en general y es importante llegar a contactar con él. Es también el arquetipo responsable de nuestra vida amorosa: como sugiere un mito griego, estamos siempre buscando nuestra otra mitad; esa otra mitad que los Dioses nos quitaron, en los miembros del sexo opuesto. Cuando nos enamoramos a primera vista, nos hemos topado con algo que ha llenado nuestro arquetipo anima o animus particularmente bien.
http://www.psicologia-online.com/ebooks ... d/jung.htm
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