Como diría Juan Manuel de Prada, para las cuatro personas que todavía me leen, intentaré arrojar un poco de luz sobre la situación del caos informático en Asturias, Principado de.
Para ello tengo que remontarme a dos sucesos aparentemente inconexos pero que a medida que avance en el relato entendereis que están conectados.
El primero de ellos comienza con un supuesto fallo en Inforeg (la principal aplicación informática del Registro Civil, aunque supongo que todos la conocereis aunque solo sea de oídas) que motivó que, por motivos logísticos y operativos, un técnico del Principado instalase Windows 7 en el ordenador en el que trabajo, para en teoría poder seguir accediendo a Inforeg a partir del 1 de mayo (fecha de fin definitivo de Windows XP, que es el sistema operativo con el que funcionan el resto de ordenadores del juzgado, hasta donde yo sé).
El segundo fue la dichosa actualización de Lexnet que refieren las noticias recopiladas por Terminatrix y que generó que desde el jueves pasado hasta hoy no se pudiese notificar nada. ¿Nada? No, en un ordenador con Windows 7 en el juzgado en el que trabajo (que resulta ser el mío) sí funcionaba Lexnet y podía notificar lo mío y lo de todos mis compañeros, incluidos los del juzgado vecino que así quisieron hacerlo. Y así lo hice. Y me consta, por noticias de tercera mano, que en otros juzgados ha ocurrido lo mismo que en el que trabajo yo.
En definitiva, durante toda esta semana, el Principado y el Ministerio de Justicia se han estado pasando la pelota unos a otros, y mientras tanto los juzgados sin barrer. Supongo que ya a nadie le sorprende pero esta semana ha llegado un punto que le he arrancado la cabeza verbalmente a la persona que menos lo merecía de todas con las que trabajo pero me pilló en un momento de mucha tensión.
El resumen de toda esta opereta es mi emoticono predilecto:
