Terminatrix escribió:Tenéis razón, pero no es menos cierto que a) las asociaciones están para lo que están (

) y b) que a muchos asociados les importan tres pepinos las jornadas o congresos y van a ellas como podrían ir a cualquier evento social. Hay viaje, cenas, copitas y hasta tés con pastas y torneos de padel.

Es una manera como otra cualquiera de romper con la rutina y hacer un kit-kat laboral.
Discrepo, rotundamente.
Afirmar que "a) las asociaciones están para lo que están

" supone una falta de consideración a las mismas, o más exactamente a quienes en las mismas invierten de buena fe sus esfuerzos, que me consta los hay. No es lo mismo insinuar que haya quien piense en las asociaciones como rampa de lanzamiento exclusivamente personal, que considerarlas desde el punto de vista que legalmente tienen reconocido como "cauce de expresión corporativa", por bien que de un tiempo a esta parte parezca que lo segundo se encuentra en gran medida ensombrecido por la ausencia de una "expresión" más contundente.
Obviamente las asociaciones se componen de personas, y justo aquí se ha propuesto en ocasiones, como mecanismo de mejora de ese "aspecto personal", la integración en aquellas como revulsivo que "nivele la balanza", como "corrector" de la situación que se critica; lo contrario conduce fácilmente al conformismo, esto es, al estancamiento en la autocomplacencia de quien divisa en las asociaciones el pretexto idóneo para la inactividad, la coartada que facilita el encubrimiento propio. A muchas y a algunos se vería el plumero, si, de no existir asociaciones a las que dirigir sus cuitas; desde ese punto de vista también hay que considerarlas como cabeza de turco de las torpezas y egoísmos intrínsecos de la mayoría de integrantes de este colectivo que no es capaz de implicarse, donde pocos son los que asumen su cuota de responsabilidad e iniciativa consecuente; responsabilidad, palabra apestada a lo que se ve, en un cuerpo que desprende miedo por cada costado.
Desconozco si en lo que concierne a las asociaciones que se dicen
representativas de otros colectivos profesionales tienen cabida los repetitivos "tés con pastas" y demás, lo cual no me extrañaría mas, con franqueza, me parece lo menos importante en tanto en el ámbito estrictamente defensivo y reivindicativo se manifestara
lo que resulta legalmente reclamable de una asociación, pero en todo caso no parece que una cosa tenga necesariamente que excluir otras, y aquí tenemos la prueba más palpable con intervinientes que, como escéptico, afirman haber peleado por el colectivo, por más que esa pelea haya podido dar resultados mejores o peores, aspecto que siempre hemos de interpretar en relación con el peso relativo que ineludiblemente representan los demás integrantes de cada asociación de que se trate quienes pueden lastrar (a veces de manera escandalosamente inefable) el buen hacer de algún asociado de acerada pluma y noble espíritu, que alguno habrá. En ese punto conviene reflexionar.
Se ha dicho que no hay soldados, conclusión natural a que cabe llegar cuando a propuestas como la asociativa reciente del compañero Javier responden -respondemos- un puñado de Secretarios sin respaldo masivo. Conozco el paño, que se decía antes, y no hay soldados porque pocos quieren esforzarse en algo que no reporta aprovechamiento mensurable en un cuerpo, y una sociedad, donde la desconfiada y parlanchina mayoría cede compromiso personal en la medida de su particular expectativa. Quizá, como también se ha sugerido aquí, haya que esperar más vueltas de tuerca y, al hilo de ello, meditar acerca de la inutilidad del perenne sollozo separado del puñetazo en la mesa. Se entiende.