por Alvarobazan » Vie 28 Ene 2011 1:38 pm
Convocatoria tras convocatoria tengo la costumbre de relatar en un foro mi experiencia ante el Tribunal que sucesivamente me viene suspendiendo en el Viva Voce de Secretarios. Lo hago con el fin de relativizar, de ver un poco desde fuera una situación que tantos vivimos como un trauma y una verdadera tortura. De sacar de ese mal rato algo positivo y si es posible hasta un poco de humor de tan dramática situación.
Ayer, me tocó. Mi primer problema al ver el llamamiento fue de logística; leía el tercero de tres. Doscientos cincuenta kilómetros separan mi domicilio familiar de Madrid y más de quinientos de mi lugar de trabajo habitual. Si mis compañeras completaban la prueba, era posible que no tuviera tren de vuelta a casa y no hubiera otro remedio que buscar un hotel y ese óbice añadido no dejaba de acrecentar aún más mi mal estar ante la malsana experiencia.
El primer problema surge al llegar a la sede, el vigilante no es capaz de decirme el Tribunal que me corresponde no hay indicadores, ni listas que informen de donde nos examinamos , por lo que subo por las escaleras buscando desesperado un cartel o algún grupo de opositores, al fin, en la quinta planta doy con ellos -¿sois opositores?
-Si
-Es que no tengo ni idea de cual es mi Tribunal y mi planta, mi apellido es G...
-Entonces es este, la chica ha salido y ha preguntado por ti.
Vaya, por fin. Me acerco a la sala. Dentro sentada solo hay una componente del Tribunal. -Disculpe, soy un opositor y creo que antes han preguntado por mi.
-¿Se va usted a examinar?, entonces espere fuera a que le llamen.
-Gracias.
No me incorporo del todo al grupo de mis compañeras, ellas están hablando de otros exámenes de Jueces. De los preparadores que han tenido, de como se los han encontrado como miembros de algún tribunal. Eso me contraría.
El padre de una de ellas habla compadecido de la vida del opositor.
La primera concursante intenta animar a la segunda, le dice que ella no ha estudiado y que se va a centrar en Jueces donde le tocará en mayo. Yo intervengo, diciéndole que este año puede tener suerte ya que hay una parte común y se permite elegir en Civil y en Procesal Civil, me llama de usted. Puede que alguna de ellas se acerque a la treintena, pero yo soy cuarentón y se me nota.
La llaman en seguida, y en seguida sale.
-Vaya, qué rapidez.
-Los temas de Procesal Civil no los controlaba así que he renunciado. Suerte.
La siguiente no tarda mucho más, así que por lo menos no tendré problemas con mi tren.
La Agente me indica que debo acercarme a la mesa del fondo. La Presidenta me dice que debo sacar los números de las bolsas que tiene al Secretaria. De una en una. Me extraña ver que están fuera otras seis fichas, supongo que son las del opositor anterior, ¿deben estar ahí o no? No sé que pensar, si están es porque debe ser así. La Presidenta escribe en un folio los temas que salen y me indica que tengo un cuarto de hora para elegir aquellos a los que renuncio y hacer los esquemas. Coloco la corona de mi reloj. Ahora viene otro problema, qué temas me sé mejor o menos mal. En Civil han salido el uno y ¿el cuarenta y dos o cuarenta y tres? ese es de filiación o familia creo, -no te calientes los cascos- me digo, el uno, sabes de que va, aunque el Tribunal valorará negativamente que sea el primero si flojeas. No hay tiempo para dudas el uno.
En procesal penal salen el cuarenta y siete, que trata del Juicio Cambiario, el cuarenta y dos que trata de los procesos de capacidad, filiación matrimonio menores el veinte de las notificaciones. ¿Debo coger el cuarenta y siete? -ya te tocó una vez y aprobaste con él, paro ahora es más largo, el cambiario está bien y el de las notificaciones también es enrevesado y probablemente no lo ha cogido mucha gente-. En Procesal penal sale el 3 las partes procesales I, está bien. La Presidencia me exhorta a comenzar, por mi reloj faltan cuatro o cinco minutos, pero es igual.
Antes de entrar yo tengo dos consignas uno, recitar los temas los sepa como los sepa y dos si me invitan a retirarme no dar las gracias por su tiempo, que no te están haciendo ningún favor.
Así que empiezo con el Uno. Los nervios me pueden, soy incapaz de salmodiar como mandan los altos cánones. No obstante sigo pa'lante. El tema refunde dos de Jueces y de la antigua oposición de Secretarios. Hay que hablar de los orígenes de la Codificación y de las compilaciones del Derecho Foral, la historia se desluce con el resumen. Sigo con la sistemática del Código y las críticas, me atasco con las normas posteriores modificativas pero ahí estoy. La reforma del 74, la Constitución las fechas de las reformas de las Compilaciones no sé si lo estoy diciendo bien o mal pero yo aguanto.
Continuo con el Cambiario, creo que puedo ir mejor y más deprisa, me centro en la Ley Cambiaria, la admisión de las excepciones personales del art. 67 y solo cito que el Cambiario se regula en la LEC en el Libro IV como procedimiento especial, me centro en el requerimiento de pago y embargo y después paso a la demanda de oposición. Ni miro al Tribunal. Solo tengo ojos para la jarra de agua a mi derecha y los tres vasos de plástico montados. La boca seca, los vasos vacíos pero no me atrevo a parar y a llenarla. Termino, veo que el tema me ha quedado tal vez algo corto, pero continuo con el veinte. Las notificaciones pueden ser mi fuerte. Cito las reformas en cuanto a la posibilidad de práctica por los Procuradores, las telemáticas, me atasco con las normas para notificación en el ámbito de la Unión Europea, pero incorporo la competencia y la red de auxilio judicial y por fin paso al último tema, apenas he empezado a hablar de las partes, su carácter formal y la distinción entre necesarias y voluntarias, cuando la Presidenta dice mi nombre. Levanto la cabeza por primera vez en todo el examen -hasta aquí has llegado chaval, recuerda lo que tienes que hacer- .
-F... le hemos dado muchas oportunidades para ver si se venía arriba, pero no...- Recuerda, no dar las gracias por su tiempo, les pagan por escucharte-, miro mi reloj y pienso, -me podía haber echado antes y buscaba un tren que saliera antes-, así que me levanto sin más, con un escueto -vale.
La presidenta me para, -no he terminado, el tema del Cambiario ha sido muy flojo no ha citado ud. artículos.
-No hay nada más que decir, no tengo más que hacer y basta-. Quiero salir cuanto antes, pero tengo que esperar a que me devuelvan el D.N.I.
La presidenta sigue justificando su 'invitación a mi renuncia' -ud. no lo ha visto pero hace ya rato que un miembro del Tribunal me ha pedido que le corte-. Al fin tengo mi carnet y puedo abandonar la sala del tormento. Sinceramente, después de un rato tan desesperante que alguien intente justificarme porqué no tengo nivel para ser Secretario no es nada edificante. Tal vez no sea uno de los vuestros, pero una cosa si tengo clara y es que el lunes cuando vuelva al trabajo, seguiré tramitando Juicios Cambiarios, registrándolos, incoándolos, revisando si los demandantes y demandados son sujetos cambiarios, redactando el auto de requerimiento de pago, que una vez localizado, pregunta cual es el título que los fundamenta, y cuál es la cualidad de los titulares cambiarios como partes procesales y al final requiere los términos del embargo; Seguiré redactando exhortos y solicitudes de actuación al S.C.A.C.E.,elaborando cédulas de requerimiento de pago, contando plazos y acordando la transformación en ejecución o el traslado de la demanda cambiaria; porque como gestor procesal, el dos de febrero hará dos años que me paso haciendo eso a diario y contestando a las dudas que se plantean a tramitadores y a gestores interinos en mi Juzgado. ¡Qué cosas tiene la vida!
Convocatoria tras convocatoria tengo la costumbre de relatar en un foro mi experiencia ante el Tribunal que sucesivamente me viene suspendiendo en el [i]Viva Voce[/i] de Secretarios. Lo hago con el fin de relativizar, de ver un poco desde fuera una situación que tantos vivimos como un trauma y una verdadera tortura. De sacar de ese mal rato algo positivo y si es posible hasta un poco de humor de tan dramática situación.
Ayer, me tocó. Mi primer problema al ver el llamamiento fue de logística; leía el tercero de tres. Doscientos cincuenta kilómetros separan mi domicilio familiar de Madrid y más de quinientos de mi lugar de trabajo habitual. Si mis compañeras completaban la prueba, era posible que no tuviera tren de vuelta a casa y no hubiera otro remedio que buscar un hotel y ese óbice añadido no dejaba de acrecentar aún más mi mal estar ante la malsana experiencia.
El primer problema surge al llegar a la sede, el vigilante no es capaz de decirme el Tribunal que me corresponde no hay indicadores, ni listas que informen de donde nos examinamos , por lo que subo por las escaleras buscando desesperado un cartel o algún grupo de opositores, al fin, en la quinta planta doy con ellos -¿sois opositores?
-Si
-Es que no tengo ni idea de cual es mi Tribunal y mi planta, mi apellido es G...
-Entonces es este, la chica ha salido y ha preguntado por ti.
Vaya, por fin. Me acerco a la sala. Dentro sentada solo hay una componente del Tribunal. -Disculpe, soy un opositor y creo que antes han preguntado por mi.
-¿Se va usted a examinar?, entonces espere fuera a que le llamen.
-Gracias.
No me incorporo del todo al grupo de mis compañeras, ellas están hablando de otros exámenes de Jueces. De los preparadores que han tenido, de como se los han encontrado como miembros de algún tribunal. Eso me contraría.
El padre de una de ellas habla compadecido de la vida del opositor.
La primera concursante intenta animar a la segunda, le dice que ella no ha estudiado y que se va a centrar en Jueces donde le tocará en mayo. Yo intervengo, diciéndole que este año puede tener suerte ya que hay una parte común y se permite elegir en Civil y en Procesal Civil, me llama de usted. Puede que alguna de ellas se acerque a la treintena, pero yo soy cuarentón y se me nota.
La llaman en seguida, y en seguida sale.
-Vaya, qué rapidez.
-Los temas de Procesal Civil no los controlaba así que he renunciado. Suerte.
La siguiente no tarda mucho más, así que por lo menos no tendré problemas con mi tren.
La Agente me indica que debo acercarme a la mesa del fondo. La Presidenta me dice que debo sacar los números de las bolsas que tiene al Secretaria. De una en una. Me extraña ver que están fuera otras seis fichas, supongo que son las del opositor anterior, ¿deben estar ahí o no? No sé que pensar, si están es porque debe ser así. La Presidenta escribe en un folio los temas que salen y me indica que tengo un cuarto de hora para elegir aquellos a los que renuncio y hacer los esquemas. Coloco la corona de mi reloj. Ahora viene otro problema, qué temas me sé mejor o menos mal. En Civil han salido el uno y ¿el cuarenta y dos o cuarenta y tres? ese es de filiación o familia creo, -no te calientes los cascos- me digo, el uno, sabes de que va, aunque el Tribunal valorará negativamente que sea el primero si flojeas. No hay tiempo para dudas el uno.
En procesal penal salen el cuarenta y siete, que trata del Juicio Cambiario, el cuarenta y dos que trata de los procesos de capacidad, filiación matrimonio menores el veinte de las notificaciones. ¿Debo coger el cuarenta y siete? -ya te tocó una vez y aprobaste con él, paro ahora es más largo, el cambiario está bien y el de las notificaciones también es enrevesado y probablemente no lo ha cogido mucha gente-. En Procesal penal sale el 3 las partes procesales I, está bien. La Presidencia me exhorta a comenzar, por mi reloj faltan cuatro o cinco minutos, pero es igual.
Antes de entrar yo tengo dos consignas uno, recitar los temas los sepa como los sepa y dos si me invitan a retirarme no dar las gracias por su tiempo, que no te están haciendo ningún favor.
Así que empiezo con el Uno. Los nervios me pueden, soy incapaz de salmodiar como mandan los altos cánones. No obstante sigo [i]pa'lante[/i]. El tema refunde dos de Jueces y de la antigua oposición de Secretarios. Hay que hablar de los orígenes de la Codificación y de las compilaciones del Derecho Foral, la historia se desluce con el resumen. Sigo con la sistemática del Código y las críticas, me atasco con las normas posteriores modificativas pero ahí estoy. La reforma del 74, la Constitución las fechas de las reformas de las Compilaciones no sé si lo estoy diciendo bien o mal pero yo aguanto.
Continuo con el Cambiario, creo que puedo ir mejor y más deprisa, me centro en la Ley Cambiaria, la admisión de las excepciones personales del art. 67 y solo cito que el Cambiario se regula en la LEC en el Libro IV como procedimiento especial, me centro en el requerimiento de pago y embargo y después paso a la demanda de oposición. Ni miro al Tribunal. Solo tengo ojos para la jarra de agua a mi derecha y los tres vasos de plástico montados. La boca seca, los vasos vacíos pero no me atrevo a parar y a llenarla. Termino, veo que el tema me ha quedado tal vez algo corto, pero continuo con el veinte. Las notificaciones pueden ser mi fuerte. Cito las reformas en cuanto a la posibilidad de práctica por los Procuradores, las telemáticas, me atasco con las normas para notificación en el ámbito de la Unión Europea, pero incorporo la competencia y la red de auxilio judicial y por fin paso al último tema, apenas he empezado a hablar de las partes, su carácter formal y la distinción entre necesarias y voluntarias, cuando la Presidenta dice mi nombre. Levanto la cabeza por primera vez en todo el examen -hasta aquí has llegado chaval, recuerda lo que tienes que hacer- .
-F... le hemos dado muchas oportunidades para ver si se venía arriba, pero no...- Recuerda, no dar las gracias por su tiempo, les pagan por escucharte-, miro mi reloj y pienso, -me podía haber echado antes y buscaba un tren que saliera antes-, así que me levanto sin más, con un escueto -vale.
La presidenta me para, -no he terminado, el tema del Cambiario ha sido muy flojo no ha citado ud. artículos.
-No hay nada más que decir, no tengo más que hacer y basta-. Quiero salir cuanto antes, pero tengo que esperar a que me devuelvan el D.N.I.
La presidenta sigue justificando su 'invitación a mi renuncia' -ud. no lo ha visto pero hace ya rato que un miembro del Tribunal me ha pedido que le corte-. Al fin tengo mi carnet y puedo abandonar la sala del tormento. Sinceramente, después de un rato tan desesperante que alguien intente justificarme porqué no tengo nivel para ser Secretario no es nada edificante. Tal vez no sea uno de los vuestros, pero una cosa si tengo clara y es que el lunes cuando vuelva al trabajo, seguiré tramitando Juicios Cambiarios, registrándolos, incoándolos, revisando si los demandantes y demandados son sujetos cambiarios, redactando el auto de requerimiento de pago, que una vez localizado, pregunta cual es el título que los fundamenta, y cuál es la cualidad de los titulares cambiarios como partes procesales y al final requiere los términos del embargo; Seguiré redactando exhortos y solicitudes de actuación al S.C.A.C.E.,elaborando cédulas de requerimiento de pago, contando plazos y acordando la transformación en ejecución o el traslado de la demanda cambiaria; porque como gestor procesal, el dos de febrero hará dos años que me paso haciendo eso a diario y contestando a las dudas que se plantean a tramitadores y a gestores interinos en mi Juzgado. ¡Qué cosas tiene la vida!