Despedida
Publicado: Sab 14 Jul 2012 9:26 pm
Buenas noches a todos,
Hace una semana anuncié en una intervención que abandonaba el foro como administrador-moderador (raro papel éste) y como sostén de la parte técnica. Sé que las formas no fueron ni de lejos las mejores, pero tuve claro que éste era el final de mi camino. Intentaré explicar las razones y el futuro inmediato del foro.
Para mi sorpresa, Terminatrix se puso a mi lado y también soltó los hilos. Porque aunque no sea agradable de oir, esto es exactamente lo que hacen los moderadores-administradores: mover hilos. Guiar. Encauzar. Tratar de que las fuerzas que confluyen en un foro actúen de forma positiva, constructiva. No son sustitutos de las fuerzas de todos los participantes, las vuestras; tampoco una policía política encargada de reprimir disidentes con un misterioso pensamiento único. Como tampoco unos aprovechados que traten de lucrarse del esfuerzo ajeno. Al revés, con su trabajo intentan canalizar esos esfuerzos de modo que su suma sea positiva. Tratan de que no se anulen, que no se malgasten en luchas inútiles, que colaboren. Tratan de lograr que las relaciones que se establecen en el foro sean “win-win”. Que todos ganen. Que todos ganemos.
Porque los administradores y moderadores también ganamos algo. La satisfacción que produce ayudar a quien necesita ayuda no tiene precio, os la recomiendo. Como tampoco la de sentirte útil y ver que tu ilusión y esfuerzo, poquito a poco, van logrando cosas que sirven a los demás, que crecen, que el entorno que tratas de modelar acaba siendo atractivo y otras personas se suman a esa idea. Al proyecto.
¿Cuál es ese proyecto? Es fácil de enunciar: la creación y mantenimiento de un espacio común que facilite y fomente la comunicación y las relaciones entre SJ, que pueda proporcionarles ayuda cuando la necesiten y que pueda actuar como núcleo desde el que abordar iniciativas orientadas a la mejora profesional. Fácil de enunciar, sí, aunque algo más difícil de llevar a cabo y de sostener en pie.
Las iniciativas que aquí pudieran surgir no son las ideicas del moderador o del administrador, que ni las tienen, ni aspiran a tenerlas, ni se les pasa por la cabeza tenerlas. Serían las que quisiera una hipotética comunidad de SJ bien avenidos, con objetivos comunes (¿los tenéis?). Los moderadores y administradores se limitan a estar atentos, a detectar necesidades y a ofrecer activamente su disponibilidad y ayuda. Nada más.
Uno de los principios rectores del foro ha sido siempre la libertad de expresión. Llevada al extremo con la participación de invitados en abierto en internet, nos ha brindado escenas surrealistas: presuntos licenciados con menos educación que un poligonero, teóricos juristas insultando a quien ingenuamente discrepe en un debate, funcionarios del grupo A escribiendo intervenciones que rezuman odio hasta por los acentos. Fueron épocas duras para todos los intervinientes, registrados o no, lectores, moderadores y administradores. Pero fue una batalla que afortunadamente se ganó. Con constancia, creyendo y sosteniendo las ideas que inspiraban el proyecto, con espaldas para aguantar lo que les echaran y resiliencia para volver a levantarse y seguir la marcha tras cada trompazo. Y con el tiempo, que la cosa duró bastantes años.
En alguna ocasión os he contado mi visión de qué es un foro. Nada trascendente, sólo un espacio común donde contactar y relacionarnos. Puede ser quizá algo más, un lugar donde compartir y aprender. Y también un sitio donde obtener pequeñas satisfacciones personales o sociales, dando salida a nuestras opiniones, contrastándolas con las ajenas, aprendiendo al contarlas y leerlas.
Lo que finalmente me hizo ver que no se podía seguir así es que ya no eran capullos hideputas (¿merecen otro nombre?) quienes se empleaban a fondo en destruir. No. Eran los mismos usuarios registrados e invitados habituales, aquellos por los que en teoría se estaba invirtiendo el esfuerzo, quienes anteponían sus intereses, emociones, estados de ánimo, su orgullo, lo que fuera. Lo anteponían todo al bien común. Algo serio fallaba y no me estaba dando cuenta.
Por supuesto. Lo que fallaba es que salvo contadísimas excepciones, y por contar me refiero a lo que puede hacerse con los dedos de las manos, al común de los participantes le importaba un carajo el bien común, el proyecto, el foro, el espacio y todo lo que se obtuviera de él. La satisfacción personal ante todo. Por encima de todo, incluso a costa del propio espacio.
_ Uy, qué bien, hay un sitio para Consultas. ¿Normas? Faltaría más, que soy SJ y nadie me va a decir qué puedo que hacer, ya aguanto bastante a mi seño cada día. Así que llego, largo mi duda, a ser posible sin que cueste, y que me la contesten rápidamente. Si me sirve la respuesta, qué bien: hasta luego, Lucas: ni gracias. Y si no, pues no pasa nada, que tampoco me ha costado tanto pergeñar dos líneas.
_ Mira, aquí hay un fiscal o un juez (o un gestor o un tramitador) que se atreve a venir a mi casa (para esto sí es “mi” casa) a dar su opinión. ¿Cómo se atreve? Con el mío tengo que aguantarme, pero éste se va a enterar. Total, esto es gratis y nadie me conoce.
_ ¿Que un administrador me dice que haga el favor? ¿Pero quién se cree que es este tío? Zasca. Que se joda. ¿Que no entre en debate con él? ¡Por favor, que soy jurista!
Siempre he tenido una cierta sensación de intruso, aunque me decía que esta distancia contribuía a una mayor imparcialidad y a una visión algo más objetiva que podía ayudar. Sensación ciertamente atenuada con la recompensa que comporta seguir aprendiendo; de vosotros y de vuestro oficio, conociéndoos, viendo y viviendo vuestros problemas que, aunque pudieran serme ajenos, han terminado afectándome como a uno más.
Y es desde ese punto de vista externo, de alguien no vinculado a vuestra profesión pero que lleva unos cuantos años leyéndoos, que puedo decir que colectivamente sois unos egoístas. Sólo miráis por vuestro interés personal. No estáis dispuestos a sacrificar ni así de vuestro bienestar, orgullo, trabajo o tiempo para construir algo importante que pueda beneficiaros a todos. Egoístas y cobardes. No estáis dispuestos a asumir el menor riesgo, cualquier posibilidad de pérdida os agarrota, os ancla a la inacción más pavorosa y os hace mirar a otro lado. Egoístas, cobardes y castrantes. Todas las iniciativas, del tenor que sea que han podido aflorar aquí, han provocado siempre un alud de reacciones mezquinas, castrantes, desprecios y burlas cuando no ataques feroces para evitar que otro destaque promoviendo algo. Aunque su promotor no pretendiera más que lanzar una idea.
Os merecéis el tradicional aislamiento que sufrís -que yo ingenuamente creía fruto del puesto- porque sois así: islas. No hay nada que pueda surgir en este Cuerpo que aglutine intereses o genere adhesiones con energía suficiente para hacer algo útil para el colectivo.
Echad una mirada al panorama, sección foros de/para secretarios judiciales. Yo diría que éste, sin ser nada del otro mundo, no está mal. Me atrevo a decir que es útil. Que es libre. Que no cuesta. Que no es (demasiado) aburrido. Que cuenta con aportaciones de lujo de miembros no secretarios que nos enriquecen a todos. Yo diría que todo eso tiene valor. Acumulado y construido durante años, granito a granito, que una comunidad cuesta mucho de levantar y muy poquito en desaparecer. ¿Cómo es posible que os permitáis cargároslo por un quítame allá esas pajas?¿Cómo es posible que no seáis capaces de luchar ni así por defenderlo? ¿Cómo es posible que no valoréis lo que supone disponer de él? A lo mejor es que el valor que yo le concedo no es tal. Debo ser yo el ciego.
Cuenta el chiste que advertían por la radio precaución extrema, ya que un loco estaba conduciendo por la autopista en sentido contrario. Al oirlo, un conductor exclama: “¿Unooo? ¡Si son todos!”.
No me caen los anillos por admitir que soy el loco, quien ve la vida al revés, el desubicado que no entiende a los demás. Cuando todos van en dirección contraria a la mía, no sé quien será el loco, pero es obvio que me estoy equivocando en algo si pretendo circular ahí. Sea por el desencanto y decepción al constatar la escasa utilidad de lo que hago o por la impresión de que mi enfoque del proyecto es contrario a lo que el colectivo quiere, lo propio es que cese en las funciones que he venido ejerciendo.
Pese a estas sensaciones negativas, y aún asumiendo ser quizá el conductor suicida, tengo muy claro que este foro es algo único, una tabla para muchos compañeros que se encuentran solos, técnica o profesionalmente, soledad que experimenta tanto el recién incorporado como el perro viejo, un espacio sin igual donde compartir preocupaciones y, por qué no, un punto de encuentro donde establecer incluso relaciones personales. Todo esto no puede perderse. Como dijo hace poco Magistrado, "porque siempre hay razones y personas por las que merece la pena".
No puede perderse, pero es evidente que tampoco puede seguir así. El foro necesita otras manos llevando los hilos, más apertura por un lado y más restricciones por otro. Necesita una gestión menos personalizada, más colegiada, cosa que aunque enriquece mucho también comporta más confusión y menos agilidad. Y necesita liberarse de la carga permanente que supone tener que fajarse con determinados tipos que no merecen siquiera el nombre de compañeros.
Para ello se está trabajando en una nueva versión del foro. La dinámica será la misma pero se incorporarán algunos cambios: un aspecto algo distinto y se reorganizarán algunos subforos. Estos cambios son meramente cosméticos y no cuesta ni diez minutos en hacerse con ellos.
Los cambios de calado están en su esencia. Por un lado, aunque se mantenga la lectura pública, se restringirá la escritura en determinados foros a los usuarios registrados y se introducirá formalmente un régimen sancionador claro. Por otro, se incorporarán nuevos moderadores, compañeros vuestros que han tenido el valor de dar un paso al frente y asumir un compromiso: la tarea de hacerse cargo de los hilos, de impulsar el foro y de ayudar en cuanto puedan. Respetadlos y colaborad con ellos, por favor.
Por mi parte, creo que mi etapa está cubierta y me retiraré a la sala de máquinas donde me encontraréis cuando queráis.
Por último, espero y deseo que Terminatrix siga en su papel de moderadora. No podéis haceros una idea del privilegio que supone contar con ella. Valorad su trabajo y valoradla a ella. Se lo merece.
Hace una semana anuncié en una intervención que abandonaba el foro como administrador-moderador (raro papel éste) y como sostén de la parte técnica. Sé que las formas no fueron ni de lejos las mejores, pero tuve claro que éste era el final de mi camino. Intentaré explicar las razones y el futuro inmediato del foro.
Para mi sorpresa, Terminatrix se puso a mi lado y también soltó los hilos. Porque aunque no sea agradable de oir, esto es exactamente lo que hacen los moderadores-administradores: mover hilos. Guiar. Encauzar. Tratar de que las fuerzas que confluyen en un foro actúen de forma positiva, constructiva. No son sustitutos de las fuerzas de todos los participantes, las vuestras; tampoco una policía política encargada de reprimir disidentes con un misterioso pensamiento único. Como tampoco unos aprovechados que traten de lucrarse del esfuerzo ajeno. Al revés, con su trabajo intentan canalizar esos esfuerzos de modo que su suma sea positiva. Tratan de que no se anulen, que no se malgasten en luchas inútiles, que colaboren. Tratan de lograr que las relaciones que se establecen en el foro sean “win-win”. Que todos ganen. Que todos ganemos.
Porque los administradores y moderadores también ganamos algo. La satisfacción que produce ayudar a quien necesita ayuda no tiene precio, os la recomiendo. Como tampoco la de sentirte útil y ver que tu ilusión y esfuerzo, poquito a poco, van logrando cosas que sirven a los demás, que crecen, que el entorno que tratas de modelar acaba siendo atractivo y otras personas se suman a esa idea. Al proyecto.
¿Cuál es ese proyecto? Es fácil de enunciar: la creación y mantenimiento de un espacio común que facilite y fomente la comunicación y las relaciones entre SJ, que pueda proporcionarles ayuda cuando la necesiten y que pueda actuar como núcleo desde el que abordar iniciativas orientadas a la mejora profesional. Fácil de enunciar, sí, aunque algo más difícil de llevar a cabo y de sostener en pie.
Las iniciativas que aquí pudieran surgir no son las ideicas del moderador o del administrador, que ni las tienen, ni aspiran a tenerlas, ni se les pasa por la cabeza tenerlas. Serían las que quisiera una hipotética comunidad de SJ bien avenidos, con objetivos comunes (¿los tenéis?). Los moderadores y administradores se limitan a estar atentos, a detectar necesidades y a ofrecer activamente su disponibilidad y ayuda. Nada más.
Uno de los principios rectores del foro ha sido siempre la libertad de expresión. Llevada al extremo con la participación de invitados en abierto en internet, nos ha brindado escenas surrealistas: presuntos licenciados con menos educación que un poligonero, teóricos juristas insultando a quien ingenuamente discrepe en un debate, funcionarios del grupo A escribiendo intervenciones que rezuman odio hasta por los acentos. Fueron épocas duras para todos los intervinientes, registrados o no, lectores, moderadores y administradores. Pero fue una batalla que afortunadamente se ganó. Con constancia, creyendo y sosteniendo las ideas que inspiraban el proyecto, con espaldas para aguantar lo que les echaran y resiliencia para volver a levantarse y seguir la marcha tras cada trompazo. Y con el tiempo, que la cosa duró bastantes años.
En alguna ocasión os he contado mi visión de qué es un foro. Nada trascendente, sólo un espacio común donde contactar y relacionarnos. Puede ser quizá algo más, un lugar donde compartir y aprender. Y también un sitio donde obtener pequeñas satisfacciones personales o sociales, dando salida a nuestras opiniones, contrastándolas con las ajenas, aprendiendo al contarlas y leerlas.
Lo que finalmente me hizo ver que no se podía seguir así es que ya no eran capullos hideputas (¿merecen otro nombre?) quienes se empleaban a fondo en destruir. No. Eran los mismos usuarios registrados e invitados habituales, aquellos por los que en teoría se estaba invirtiendo el esfuerzo, quienes anteponían sus intereses, emociones, estados de ánimo, su orgullo, lo que fuera. Lo anteponían todo al bien común. Algo serio fallaba y no me estaba dando cuenta.
Por supuesto. Lo que fallaba es que salvo contadísimas excepciones, y por contar me refiero a lo que puede hacerse con los dedos de las manos, al común de los participantes le importaba un carajo el bien común, el proyecto, el foro, el espacio y todo lo que se obtuviera de él. La satisfacción personal ante todo. Por encima de todo, incluso a costa del propio espacio.
_ Uy, qué bien, hay un sitio para Consultas. ¿Normas? Faltaría más, que soy SJ y nadie me va a decir qué puedo que hacer, ya aguanto bastante a mi seño cada día. Así que llego, largo mi duda, a ser posible sin que cueste, y que me la contesten rápidamente. Si me sirve la respuesta, qué bien: hasta luego, Lucas: ni gracias. Y si no, pues no pasa nada, que tampoco me ha costado tanto pergeñar dos líneas.
_ Mira, aquí hay un fiscal o un juez (o un gestor o un tramitador) que se atreve a venir a mi casa (para esto sí es “mi” casa) a dar su opinión. ¿Cómo se atreve? Con el mío tengo que aguantarme, pero éste se va a enterar. Total, esto es gratis y nadie me conoce.
_ ¿Que un administrador me dice que haga el favor? ¿Pero quién se cree que es este tío? Zasca. Que se joda. ¿Que no entre en debate con él? ¡Por favor, que soy jurista!
Siempre he tenido una cierta sensación de intruso, aunque me decía que esta distancia contribuía a una mayor imparcialidad y a una visión algo más objetiva que podía ayudar. Sensación ciertamente atenuada con la recompensa que comporta seguir aprendiendo; de vosotros y de vuestro oficio, conociéndoos, viendo y viviendo vuestros problemas que, aunque pudieran serme ajenos, han terminado afectándome como a uno más.
Y es desde ese punto de vista externo, de alguien no vinculado a vuestra profesión pero que lleva unos cuantos años leyéndoos, que puedo decir que colectivamente sois unos egoístas. Sólo miráis por vuestro interés personal. No estáis dispuestos a sacrificar ni así de vuestro bienestar, orgullo, trabajo o tiempo para construir algo importante que pueda beneficiaros a todos. Egoístas y cobardes. No estáis dispuestos a asumir el menor riesgo, cualquier posibilidad de pérdida os agarrota, os ancla a la inacción más pavorosa y os hace mirar a otro lado. Egoístas, cobardes y castrantes. Todas las iniciativas, del tenor que sea que han podido aflorar aquí, han provocado siempre un alud de reacciones mezquinas, castrantes, desprecios y burlas cuando no ataques feroces para evitar que otro destaque promoviendo algo. Aunque su promotor no pretendiera más que lanzar una idea.
Os merecéis el tradicional aislamiento que sufrís -que yo ingenuamente creía fruto del puesto- porque sois así: islas. No hay nada que pueda surgir en este Cuerpo que aglutine intereses o genere adhesiones con energía suficiente para hacer algo útil para el colectivo.
Echad una mirada al panorama, sección foros de/para secretarios judiciales. Yo diría que éste, sin ser nada del otro mundo, no está mal. Me atrevo a decir que es útil. Que es libre. Que no cuesta. Que no es (demasiado) aburrido. Que cuenta con aportaciones de lujo de miembros no secretarios que nos enriquecen a todos. Yo diría que todo eso tiene valor. Acumulado y construido durante años, granito a granito, que una comunidad cuesta mucho de levantar y muy poquito en desaparecer. ¿Cómo es posible que os permitáis cargároslo por un quítame allá esas pajas?¿Cómo es posible que no seáis capaces de luchar ni así por defenderlo? ¿Cómo es posible que no valoréis lo que supone disponer de él? A lo mejor es que el valor que yo le concedo no es tal. Debo ser yo el ciego.
Cuenta el chiste que advertían por la radio precaución extrema, ya que un loco estaba conduciendo por la autopista en sentido contrario. Al oirlo, un conductor exclama: “¿Unooo? ¡Si son todos!”.
No me caen los anillos por admitir que soy el loco, quien ve la vida al revés, el desubicado que no entiende a los demás. Cuando todos van en dirección contraria a la mía, no sé quien será el loco, pero es obvio que me estoy equivocando en algo si pretendo circular ahí. Sea por el desencanto y decepción al constatar la escasa utilidad de lo que hago o por la impresión de que mi enfoque del proyecto es contrario a lo que el colectivo quiere, lo propio es que cese en las funciones que he venido ejerciendo.
Pese a estas sensaciones negativas, y aún asumiendo ser quizá el conductor suicida, tengo muy claro que este foro es algo único, una tabla para muchos compañeros que se encuentran solos, técnica o profesionalmente, soledad que experimenta tanto el recién incorporado como el perro viejo, un espacio sin igual donde compartir preocupaciones y, por qué no, un punto de encuentro donde establecer incluso relaciones personales. Todo esto no puede perderse. Como dijo hace poco Magistrado, "porque siempre hay razones y personas por las que merece la pena".
No puede perderse, pero es evidente que tampoco puede seguir así. El foro necesita otras manos llevando los hilos, más apertura por un lado y más restricciones por otro. Necesita una gestión menos personalizada, más colegiada, cosa que aunque enriquece mucho también comporta más confusión y menos agilidad. Y necesita liberarse de la carga permanente que supone tener que fajarse con determinados tipos que no merecen siquiera el nombre de compañeros.
Para ello se está trabajando en una nueva versión del foro. La dinámica será la misma pero se incorporarán algunos cambios: un aspecto algo distinto y se reorganizarán algunos subforos. Estos cambios son meramente cosméticos y no cuesta ni diez minutos en hacerse con ellos.
Los cambios de calado están en su esencia. Por un lado, aunque se mantenga la lectura pública, se restringirá la escritura en determinados foros a los usuarios registrados y se introducirá formalmente un régimen sancionador claro. Por otro, se incorporarán nuevos moderadores, compañeros vuestros que han tenido el valor de dar un paso al frente y asumir un compromiso: la tarea de hacerse cargo de los hilos, de impulsar el foro y de ayudar en cuanto puedan. Respetadlos y colaborad con ellos, por favor.
Por mi parte, creo que mi etapa está cubierta y me retiraré a la sala de máquinas donde me encontraréis cuando queráis.
Por último, espero y deseo que Terminatrix siga en su papel de moderadora. No podéis haceros una idea del privilegio que supone contar con ella. Valorad su trabajo y valoradla a ella. Se lo merece.