Caso práctico de laboral (Con moraleja)
Publicado: Mié 08 Oct 2008 10:47 pm
He aquí un caso práctico de derecho laboral muy interesante que podéis plantear a vuestros conocidos, los resultados son verdaderamente divertidos:
Un dueño de una panadería contrata a un panadero especializado para hacer pan y atender el mostrador. Tras aprender el funcionamiento del horno y resto del equipo, por cierto anticuado e inadecuado, el panadero se pone a la tarea y con gran eficacia consigue hacer 50 panes diarios. Para ayudar con las tareas auxiliares, es contratado un intendente también especializado, cuyas tareas son hacer los pedidos de harina, lavadura sal y agua que el panadero necesita para trabajar, vigilar el horno, etc. Igualmente atiende el teléfono y auxilia en el mostrador.
Como la panadería es la única del pueblo, todo el mundo va a comprar allí y el éxito está garantizado. Pero el problema es que hay mas de cien clientes pidiendo pan por las mañanas, y el panadero sólo puede hacer 50 panes. Se empiezan a formar colas y la gente se cabrea cuando tiene que esperar y cuando al final de la mañana de hacer cola no hay pan. Amenazan al dueño de la panadería con buscarse otra, aunque sea en otro pueblo distinto, y el dueño de la panadería empieza a presionar al panadero y al intendente. Hay que hacer mas panes, como sea, y atender a la gente. Con mucha buena voluntad y echando horas extra que nadie les paga, el panadero y el intendente consiguen hacer 75 panes por la mañana, y corriendo de un lado a otro, entre hornada y hornada, atiende al público en el mostrador, el cual en realidad sigue cabreado porque las colas se mantienen y ahora además, el pan es de peor calidad.
Pero un día, mientras el panadero atiende en el mostrador a un cliente que se lo piensa mucho decidiendo lo que quiere, y mientras el intendente está al teléfono agobiado por un pedido de harina que no llega, empieza a oler a quemado.
El panadero corre al horno, el intendente suelta al vuelo el teléfono, y corre también. Cuando llegan, comprueban con desaliento y tristeza que toda la hornada del día, que con tanto trabajohan preparado, se ha quemado y está inservible.
Los clientes protestan y se arma la gorda; ese día no hay pan.
El dueño de la pandería está furioso, y por temor a perder la cilentela, despide de forma fulminante al intendente y al panadero y tranquiliza a la clientela asegurándoles que eran unos ineptos y que va a contratar a otros mejores.
Ahora, la pregunta del caso:
¿Es un despido procedente o improcedente? ¿De quién es la culpa de que se hayan quemado los panes?
Los resultados: 9 de cada 10 personas a las que he planteado este caso (Legas en derecho) han bramado directamente contra el empresario explotador y sin escrúpulos.
¿ES QUE SOMOS IDIOTAS O QUÉ?
Un dueño de una panadería contrata a un panadero especializado para hacer pan y atender el mostrador. Tras aprender el funcionamiento del horno y resto del equipo, por cierto anticuado e inadecuado, el panadero se pone a la tarea y con gran eficacia consigue hacer 50 panes diarios. Para ayudar con las tareas auxiliares, es contratado un intendente también especializado, cuyas tareas son hacer los pedidos de harina, lavadura sal y agua que el panadero necesita para trabajar, vigilar el horno, etc. Igualmente atiende el teléfono y auxilia en el mostrador.
Como la panadería es la única del pueblo, todo el mundo va a comprar allí y el éxito está garantizado. Pero el problema es que hay mas de cien clientes pidiendo pan por las mañanas, y el panadero sólo puede hacer 50 panes. Se empiezan a formar colas y la gente se cabrea cuando tiene que esperar y cuando al final de la mañana de hacer cola no hay pan. Amenazan al dueño de la panadería con buscarse otra, aunque sea en otro pueblo distinto, y el dueño de la panadería empieza a presionar al panadero y al intendente. Hay que hacer mas panes, como sea, y atender a la gente. Con mucha buena voluntad y echando horas extra que nadie les paga, el panadero y el intendente consiguen hacer 75 panes por la mañana, y corriendo de un lado a otro, entre hornada y hornada, atiende al público en el mostrador, el cual en realidad sigue cabreado porque las colas se mantienen y ahora además, el pan es de peor calidad.
Pero un día, mientras el panadero atiende en el mostrador a un cliente que se lo piensa mucho decidiendo lo que quiere, y mientras el intendente está al teléfono agobiado por un pedido de harina que no llega, empieza a oler a quemado.
El panadero corre al horno, el intendente suelta al vuelo el teléfono, y corre también. Cuando llegan, comprueban con desaliento y tristeza que toda la hornada del día, que con tanto trabajohan preparado, se ha quemado y está inservible.
Los clientes protestan y se arma la gorda; ese día no hay pan.
El dueño de la pandería está furioso, y por temor a perder la cilentela, despide de forma fulminante al intendente y al panadero y tranquiliza a la clientela asegurándoles que eran unos ineptos y que va a contratar a otros mejores.
Ahora, la pregunta del caso:
¿Es un despido procedente o improcedente? ¿De quién es la culpa de que se hayan quemado los panes?
Los resultados: 9 de cada 10 personas a las que he planteado este caso (Legas en derecho) han bramado directamente contra el empresario explotador y sin escrúpulos.
¿ES QUE SOMOS IDIOTAS O QUÉ?
