Jefe de la Oficina
Publicado: Sab 08 Mar 2008 1:35 pm
Yo creo que el problema más importante que tenemos es el de no ser el jefe de nuestras propias oficinas. Puede que en el mundillo judicial, todo el mundo sepa qué secretario trabaja y hace que su oficina funcione y qué otro se dedique a sestear.
Pero, lo más importante para la proyección de nuestro cuerpo, creo que pasa por crear un espacio donde no haya que compartirlo con los jueces. Yo, lo que quiero es que mi trabajo dependa solo de mí. Que no tenga que depender de tener buenos funcionarios o de que el porcentaje de vagos supere lo máximo aceptable. O la multitud de condicionantes que hemos de soportar para hacer que el trabajo salga.
Estamos asistiendo en los últimos años a una especialización de tareas: los jueces solo sus sentencias y resoluciones de fondo. Nosotros, todo lo demás.
Creo que en el modelo francés, el secretario se ocupa de prácticamente todo hasta el señalamiento del juicio. El día del señalamiento viene el juez –que hasta ese momento no sabe que asuntos juzgará ese día- preside el juicio y se lleva el papel para poner sentencia. Una vez deviene firme la sentencia, la ejecución vuelve al secretario.
¿Creeis que podría servir de modelo?
Una vez reconocidas estas funciones, para las que estamos de sobra preparados ¿no creeis que estaríamos prestigiados? De hecho ese es el modelo que está funcionando, de facto, en muchos de nuestros juzgados, en los que el juez no aparece por la oficina en toda la semana, salvo cuando tiene señalamientos, que trata de concentrarlos en dos o tres días, como máximo, haciéndose cargo el secretario de cuantas incidencias surgen en su ausencia.
DEberíamos incorporar a nuestro subconsciente: Somos los únicos preparados para llevar adelante una oficina judicial, para orientar todos sus trámites y para ejecutar las sentencias y resoluciones firmes, única parcela, la de su estudio y dictado, que se ha de reservar para el órgano decisor.
Pero, lo más importante para la proyección de nuestro cuerpo, creo que pasa por crear un espacio donde no haya que compartirlo con los jueces. Yo, lo que quiero es que mi trabajo dependa solo de mí. Que no tenga que depender de tener buenos funcionarios o de que el porcentaje de vagos supere lo máximo aceptable. O la multitud de condicionantes que hemos de soportar para hacer que el trabajo salga.
Estamos asistiendo en los últimos años a una especialización de tareas: los jueces solo sus sentencias y resoluciones de fondo. Nosotros, todo lo demás.
Creo que en el modelo francés, el secretario se ocupa de prácticamente todo hasta el señalamiento del juicio. El día del señalamiento viene el juez –que hasta ese momento no sabe que asuntos juzgará ese día- preside el juicio y se lleva el papel para poner sentencia. Una vez deviene firme la sentencia, la ejecución vuelve al secretario.
¿Creeis que podría servir de modelo?
Una vez reconocidas estas funciones, para las que estamos de sobra preparados ¿no creeis que estaríamos prestigiados? De hecho ese es el modelo que está funcionando, de facto, en muchos de nuestros juzgados, en los que el juez no aparece por la oficina en toda la semana, salvo cuando tiene señalamientos, que trata de concentrarlos en dos o tres días, como máximo, haciéndose cargo el secretario de cuantas incidencias surgen en su ausencia.
DEberíamos incorporar a nuestro subconsciente: Somos los únicos preparados para llevar adelante una oficina judicial, para orientar todos sus trámites y para ejecutar las sentencias y resoluciones firmes, única parcela, la de su estudio y dictado, que se ha de reservar para el órgano decisor.