AVISO A NAVEGANTES:
Publicado: Mar 24 Oct 2006 11:02 pm
EL MINISTERIO NO TRABAJA PARA SATISFACER INTERESES CORPORATIVOS
P: Muchos de estos cambios, actualmente en trámite, son rechazados por la propia carrera judicial, fiscal, los secretarios...
R: Ni comparto ese diagnóstico, ni lo acepto, aunque lo escucho a menudo. Conozco este mundo y estoy muy acostumbrado a que las opiniones de algunos sectores, perfectamente identificados por sus intereses y por sus posiciones, se hagan pasar por mayoritarias. A esos sectores, les recuerdo que el ministerio de Justicia no trabaja para satisfacer intereses corporativos, ni las posiciones segmentarias de quienes creen que pueden hacerse pasar por el todo, sino para los ciudadanos que nos han votado. Y les recuerdo también que ellos son servidores de un Estado de Derecho, regido por la ley democráticamente legitimada, y que esas leyes no pueden tener en el horizonte que las aplauda una asociación de jueces, de fiscales o un sindicato de funcionarios, sino 44 millones de ciudadanos, que legitiman su posición como funcionarios públicos y que les pagan con sus impuestos y, desde luego, legitiman al Gobierno, que interpreta el interés general en una sociedad democrática.
P: Muchos de estos cambios, actualmente en trámite, son rechazados por la propia carrera judicial, fiscal, los secretarios...
R: Ni comparto ese diagnóstico, ni lo acepto, aunque lo escucho a menudo. Conozco este mundo y estoy muy acostumbrado a que las opiniones de algunos sectores, perfectamente identificados por sus intereses y por sus posiciones, se hagan pasar por mayoritarias. A esos sectores, les recuerdo que el ministerio de Justicia no trabaja para satisfacer intereses corporativos, ni las posiciones segmentarias de quienes creen que pueden hacerse pasar por el todo, sino para los ciudadanos que nos han votado. Y les recuerdo también que ellos son servidores de un Estado de Derecho, regido por la ley democráticamente legitimada, y que esas leyes no pueden tener en el horizonte que las aplauda una asociación de jueces, de fiscales o un sindicato de funcionarios, sino 44 millones de ciudadanos, que legitiman su posición como funcionarios públicos y que les pagan con sus impuestos y, desde luego, legitiman al Gobierno, que interpreta el interés general en una sociedad democrática.