Unidad de Acción de los Secretarios Judiciales

He visto en la librería un nuevo best-seller sobre una jueza estrella, a la manera de Belén Rueda en la serie Luna, de aciaga memoria. Mientras me preparaban los libros escolares del niño he echado una larga ojeada a fin de comprobar si salía algún secretario felpudo. Y efectivamente, ahí está, no podía faltar. Parece que se llama Gorka y entra al despacho de una juez estrella de Pamplona para informar servilemente a la magistrada. De la autora, Reyes Calderón, leo que es vicedecana de Económicas en la Universidad de Navarra.
Y he visto en Internet el siguiente enlace con el comentario de alguien que ha leído la novela y que comenta la figura de ese secretario lacayo que describe la autora. El comentario está aquí: http://www.ciao.es/Los_Crimenes_del_Num ... dReverse/1

Gracias, Batallador, por la labor de información y documentación.

En cuanto a lo del SJ, pues más de lo mismo. Supongo que la trama necesita enriquecer la figura del Juez colocando a su lado a secretarios sumisos, policías sin funciones y juzgados que no pueden funcionar sin sus órdenes.

No sé por qué tiene que ser así, no lo creo necesario. Pero si lo hacen, entonces que no digan que se han documentado con expertos en Derecho Procesal.Que digan que se han permitido muchas licencias, que es ficción y que la historia necesitaba esas inexactitudes para ser atractiva.

Sólo he leido esta frase del libro captada al azar: "Gorka quiero que curses orden de busqueda y captura contra Francisco de Javier Mugarra Garciandia"...

Pobre Gorka, con la de trabajo que tiene y ahora a cursar órdenes de busca y captura.

En otro pasaje sacado al azar y pasando rápidamente las páginas leí que la magistrada se reunía con el fiscal y la magistrada estrella le ordenaba al criado Gorka, perdón al Secretario Gorka, que saliera del despacho para dejarles solos al fiscal y a ella. Y el secretario salía mansamente a la espera de nuevas órdenes.

Madre mía. Yo ya no leo más, pero me he picado con lo de la busca y captura. (BUSCA, no búsqueda....ese servicio de documentación!). Resulta que no es posible que Gorka la haga al mismo tiempo que pasa la fregona al juzgado, porque el requisitoriado ha muerto. Entonces SSª dice a su otra Señoria:

"Gorka, quiero que busques en la hemeroteca. Si hubo algún suicidio, vendrá
en el periódico. Si no ha sido aquí, será en otra ciudad.
—¡Señoría, hay cincuenta y dos provincias!
—Una menos, si excluimos la nuestra. Llama a los periódicos importantes
en cada una de ellas, pídeles que lo busquen en sus respectivos archivos.
Diles que es para un caso importante y promételes lo que quieras. Sólo
habrá que buscar un par de días. Entre el 23 y el 24 de febrero. Es fácil.
—Lo haré si usted lo ordena, pero no entiendo la razón —inquirió Gorka".

Es sabido que cuando alguien es un mindungui no tiene ni apellido. Nadie llama a la chacha o al albañil o al camarero con nombre y apellido. La juez no. En la novela la juez tiene nombre y apellido, un poco raros sí, porque a la novelista le parece que hay que fantasear un poco. Pero el secretario carece de apellido y será simplemente Gorka. Ni siquiera un nombre algo pretensioso o pijo. No puede ser Jaime o Borja, ni Gabriel ni Eugenio. Será en este caso Gorka, que no es sino Jorge en vascuence, pero que así, en vascuence, suena más del montón, uno salido de las calles de la ciudad donde el juzgado tiene su sede. Podría ser Paco o Pepe, como un chófer o un agente de policía. A esto llegan las diferencias hasta en la Literatura: la juez al menos tiene apellido, porque ¿cómo no va a tener apellidos la autoridad? En cambio, a nosotros con el nombre de pila. Otro gallo cantaría si tuviéramos ya el la denominación de Letrados porque los ignorantes de turno difícimente podrían dar una imagen tan cutre de alquien que tiene la categoría de Letrado. Entretanto seguimos así, sin derecho al apellido. La profesora Calderón, aprendiz de novelista, literata cutre, nos lo ha quitado.

Por si alguien que haya leido el libro quiere escribir a la autora y comentarle sus impresiones:

http://reyescalderon.es/biografia/

Yo ya he anunciado a la autora que me ha perdido como potencial lector.

Aunque para ser sincero creo que no me habría tenido nunca. No me van ese tipo de libros.

Un saludo a todos.

A mi no me hace falta leer el libro ya que fuí un secretario felpudísimo en el año 1996. Hasta me obligaba a entrar en el despacho a escribir a máquina las declaraciones compartiendo turno con el resto de los funcionarios. Entonces no había coordinadores y el de gobierno era felpudo del TSJ. Y eso que la juez no era de pata negra. Era del tercer turno. !Espantoso! Cada vez que lo recuerdo me echo a temblar.

No te lo tomes a mal pero en este caso la culpa, a mi entender, la tuviste tú al no imponer tu autoridad ante quien sabe que también la tienes. El hecho de que el común de los mortales desconozca nuestra existencia no implica que los profesionales del derecho también lo hagan. La juez esa sabía quién eras y cuáles eran tus funciones. Y si las desconocía tenías que haberla instruído en la materia y hacerla ver que no era tan lista como se pensaba.

Un saludo.

Desconozco quién sea la tal Reyes Calderón , pero el afamado Lorenzo Silva tampoco se documenta ni nos pone muy bien. Creo que es un mal común a los escritores de novela negra ambientada en el entorno judicial.