+1Lo que ocurre -al menos en mi caso- es que cuando ves un proyecto que ya de raíz no está bien orientado, en el que se ha empezado por el final, te retraes de intervenir. No quieres ser destructivo. En todo caso, lanzas una opinión con sugerencias de reenfoque y punto. Y cuando ves que la cosa sigue sobre los mismos carriles, que la extensión de los textos sigue creciendo, que nos la vamos a pegar y que esto no hay quien lo pare o reconduzca, es inevitable que el tono de la crítica se vuelva más ácido.
He estado observando la gestación y desarrollo del tema, hasta el momento en que no he podido evitar intervenir. Es verdad que antes podía haber aportado lo que ahora y el mismo mensaje no habría sido una crítica, pero pensaba que el asunto era demasiado propio de los LAJ/SJ como para estar yo interviniendo desde el principio. Al final lo he visto tan descarrilado, que no podía dejar de decir algo.