Gracias a las dos y de excelente nada y, sin lengua (otra ocasión pérdida y a ciertas edades hay trenes que no pasan más

), que hablamos de aviones. Entre el
KISS técnico norteamericano y el
MORREO artesanal hispano me quedo con los dos, porque con esa mezcla la gente se lo pasa muy bien y suelen salir genialidades, aunque en la Justicia de aquí impere el principio ancestral del “aquí te pillo aquí que te reformo”, y si es contra un árbol a 40º de temperatura mejor

(y los preliminares ¿qué?

), lo que nos permite disfrutar de los sistemas informáticos más inútiles que haya inventado el hombre, y que se explica porque a los programadores se les obliga a meternos a todos en el programa

(faltan los corchetes pero volverán cuando se ponga a buscar en el trastero del tartarabuelo alguna Comunidad Autónoma).