por Invitado » Lun 17 Ago 2009 7:40 pm
A mi también me parece que no has de admitir efectos personales, sólo objetos relacionados con la comisión del delito.
Hace poco hice una entrada y registro por exhorto de otro juzgado y la guardia civil recogió ante mí multitud de efectos pertenecientes al imputado, los metió en los sobres correspondientes y se los llevó.
Yo tan sólo extendí acta haciendo constar lo que presencié, y ahora resulta que dicho imputado se ha presentado ante mí tres veces ya, pidiendo sus efectos personales y su documentación.
La primera vez se le mandó al arresto, y no se los dieron porque no los tendrían supongo. La segunda se fue con un guardia civil al cuartel en el que le tomaron declaración cuando lo detuvieron, por si estaban allí.
La tercera se le dió el teléfono del juzgado exhortante, para que se informara él mismo.
Hoy ha venido a verme a mí diciéndome: "quiero mis efectos personales", y le he dicho que aquí no recibí ningúna pertenencia suya, absolutamente nada, y que sólo podemos hacernos cargo de objetos relacionados con el delito, y aun así no nos quedamos nada.
A mi también me parece que no has de admitir efectos personales, sólo objetos relacionados con la comisión del delito.
Hace poco hice una entrada y registro por exhorto de otro juzgado y la guardia civil recogió ante mí multitud de efectos pertenecientes al imputado, los metió en los sobres correspondientes y se los llevó.
Yo tan sólo extendí acta haciendo constar lo que presencié, y ahora resulta que dicho imputado se ha presentado ante mí tres veces ya, pidiendo sus efectos personales y su documentación.
La primera vez se le mandó al arresto, y no se los dieron porque no los tendrían supongo. La segunda se fue con un guardia civil al cuartel en el que le tomaron declaración cuando lo detuvieron, por si estaban allí.
La tercera se le dió el teléfono del juzgado exhortante, para que se informara él mismo.
Hoy ha venido a verme a mí diciéndome: "quiero mis efectos personales", y le he dicho que aquí no recibí ningúna pertenencia suya, absolutamente nada, y que sólo podemos hacernos cargo de objetos relacionados con el delito, y aun así no nos quedamos nada.