por otro invitado » Dom 21 Sep 2008 8:00 pm
Es cierto que la confección del alarde no es propiamente una función del secretario, pero entonces ¿cuáles son las funciones del secretario? Yo no creo para nada que colaborar en la elaboración del alarde por parte nuestra sea actuar como "secretario auxiliar del juez". Hacer un alarde es realizar un inventario de los procedimientos que se tramitan en el juzgado, indicando en qué estado procesal se encuentran, qué es lo que hay pendiente, cuántos escritos están sin proveer... Decir que colaborar en eso es actuar de comparsas del juez es francamente tener una idea lamentable de las funciones que competen al secretario judicial. Éste no es sino el jefe del personal que trabaja en el juzgado, el corresponsable -al menos- de la situación en que se encuentra el órgano judicial, el organizador de la tarea de nueve o diez funcionarios, etc, etc. Abogar por un tipo de secretario-florero, esto es, un tipo que se planta cada día la toga -eso sí, verdad- y entra en la sala de vistas a dar una fe tan ridícula como innecesaria (hay tecnologías nuevas que realizan esa función con mucha mayor exactitud y rigor), defender esa idea del secretario -decía- no contribuye sino a formar una imagen ante todos (mundo judicial y opinión pública en general) bastante deplorable. Yo he participado -y pienso seguir haciéndolo- en la confección de muchos alardes, organizando y dirigiendo a los funcionarios, y no por ello me considero un aladid del juez. Esa sensación me suele aflorar más cuando estoy controlando -mirando- una máquina de grabación, con unos bostezos cada vez mayores y mientras se me llena la mesa de expedientes y trabajo.
Es cierto que la confección del alarde no es propiamente una función del secretario, pero entonces ¿cuáles son las funciones del secretario? Yo no creo para nada que colaborar en la elaboración del alarde por parte nuestra sea actuar como "secretario auxiliar del juez". Hacer un alarde es realizar un inventario de los procedimientos que se tramitan en el juzgado, indicando en qué estado procesal se encuentran, qué es lo que hay pendiente, cuántos escritos están sin proveer... Decir que colaborar en eso es actuar de comparsas del juez es francamente tener una idea lamentable de las funciones que competen al secretario judicial. Éste no es sino el jefe del personal que trabaja en el juzgado, el corresponsable -al menos- de la situación en que se encuentra el órgano judicial, el organizador de la tarea de nueve o diez funcionarios, etc, etc. Abogar por un tipo de secretario-florero, esto es, un tipo que se planta cada día la toga -eso sí, verdad- y entra en la sala de vistas a dar una fe tan ridícula como innecesaria (hay tecnologías nuevas que realizan esa función con mucha mayor exactitud y rigor), defender esa idea del secretario -decía- no contribuye sino a formar una imagen ante todos (mundo judicial y opinión pública en general) bastante deplorable. Yo he participado -y pienso seguir haciéndolo- en la confección de muchos alardes, organizando y dirigiendo a los funcionarios, y no por ello me considero un aladid del juez. Esa sensación me suele aflorar más cuando estoy controlando -mirando- una máquina de grabación, con unos bostezos cada vez mayores y mientras se me llena la mesa de expedientes y trabajo.